Hasta el 30 de abril continua el periplo de la Bienal de La Habana con novedades de las artes visuales
El Museo Nacional de la Cerámica es, desde esta semana, uno de los escenarios de la XIV Bienal de La Habana, tras la inauguración de Gesto Espiral.
La exposición cuenta con firmas de relevantes creadores como Alberto Lescay, Guillermo Ramírez, Teresa Sánchez, Javier Martínez y Tomás Núñez (Jhony).
La muestra indaga sobre la impronta de la espiral en la ciencia, la religión, la mitología, la política y el arte.
El Museo de la Cerámica se encuentra en la intersección de las calles Mercaderes y Amargura en el Centro Histórico de La Habana.
El despliegue del arte continúa Detrás del muro, una exposición de obras de gran tamaño que invita a la reflexión estética desde la explanada de La Punta.
La iniciativa sociocultural exhibe piezas de los artistas Manuel Mendive, Ernesto Rancaño, Ictiandro Rodríguez, Luis Ramón Silva, Osley Ponce, Pedro Escobar y Pedro Luis Cuéllar.
Textos curatoriales aseguran que Detrás del muro apuesta por el concepto de transformación, donde todo cambia de un momento a otro.
Otro camino para quienes siguen la Bienal es la galería Cernuda del Centro Hispanoamericano de Cultura.
Ubicado en el Malecón, muy cerca del Prado, El Centro propone Los ritos del silencio. La austeridad del jolgorio, del artista Agustín Bejarano.
El Convento de San Francisco de Asís acoge Forma, espacio y luz, con unas treinta fotografías que acercan a la obra escultórica de Rita Longa.
En Factoría Habana, está a disposición del público Canción de elogio, de Santiago Rodríguez Olazábal, con obras inéditas realizadas durante la pandemia.
Desde su fundación en 1984, la Bienal de La Habana es una de las citas de artes visuales más importantes en el país.
La organiza el Centro de Arte Contemporáneo Wilfredo Lam y por regla general se apega a criterios visuales latinoamericanos ligados a inquietudes sociales.
