El Capitolio Nacional recobró su esplendor y los artífices son galardonados.
La capital cubana se reconoce mundialmente por sus bellezas naturales y arquitectónicas. Algunas resultan tan emblemáticas que para el forastero es imprescindible visitarlas. El Capitolio Nacional es una de ellas.
Pero la costumbre se funde ahora con admiración. El Capitolio de La Habana se yergue con un esplendor renovado, imposible de pasar por alto. Y la titánica labor de devolverle su magnificencia mereció el Premio Nacional de Restauración de Monumentos 2021.
La colosal construcción inaugurada en 1929 fue objeto de otras reconstrucciones. No obstante, esta fue la más completa. El galardón reconoce entonces “la intervención y la gestión abarcadora y continua y destaca la integralidad en el proceso de restauración tanto de la arquitectura como de los bienes muebles.”

La obra, promovida por el historiador de la ciudad Eusebio Leal Spengler, se inició en 2013. De todas las intervenciones la más llamativa fue la realizada en la cúpula del Capitolio; sin embargo, sus pisos, salones interiores, carpintería y hasta jardines fueron renovados.
De igual forma se reconoce la modernización del espacio que ocupa hoy en el Capitolio la Asamblea Nacional del Poder Popular. Con el respeto que merece una construcción de tal valor patrimonial, se adecuaron y modernizaron varios de sus sistemas.
El merecidísimo Premio de Restauración es un justo reconocimiento al rescate de una obra excepcional del patrimonio cubano. También a los arquitectos, ingenieros, técnicos, estudiantes de restauración, proyectistas e inversionistas que durante más de un lustro allí trabajaron. Pero es sobre todo, el agradecimiento de todo un país al más Leal de los amantes que ha tenido La Habana y a su perseverancia por devolverle uno de sus mejores atributos.