Eusebio escogió un apacible rincón de La Habana para descansar.
Uno de los lugares más hermosos de La Habana, el jardín Madre Teresa de Calcuta del convento San Francisco de Asís, adquiere nueva significación para el visitante. Desde finales del 2020 este sitio acoge las cenizas del historiador de la ciudad de La Habana, Eusebio Leal Spengler.
El espacio para el descanso eterno fue una elección de Leal. Allí reposan también las cenizas de su predecesor Emilio Roig de Leuchsenring y las de otras personalidades como la artista de la plástica y gran defensora del patrimonio cultural Marta Arjona Pérez.
El monumento funerario de Leal
El monumento funerario resalta de entre todos, pero mantiene la misma sencillez y humildad que los demás. El diseño se basa en una idea original para el sitio mortuorio del arquitecto del cementerio de Colón, Calixto de Loira. Tal proyecto agradó tanto a Leal que sirvió de base para su propio nicho.

Según el arquitecto Juan Carlos Pérez Botello “se basa en un diseño en planta con su lápida y la loza al centro, posee una cruz central y el octógono. En la adaptación el concepto obedece a la loza funeraria donde reposan el nicho de las cenizas de Eusebio Leal. Este octógono que significa resurrección, y que interpreto como la continuidad de su obra”.
Junto a la lápida hay tres líneas de vida compuesta por adoquines y cada uno representa los 77 años de vida de Leal. En las dos esquinas, como piedras angulares, la fecha 1967 en la que fue nombrado historiador de la ciudad y 1993 cuando a la Oficina del Historiador y a él se le otorgaron los poderes para la gestión integral del centro histórico.
A la vez, si uno establece la cruz central en el eje del lado que queda frente a la lápida, queda simétricamente la declaratoria de Patrimonio de la Humanidad y de Patrimonio Nacional en los años 1978 y 1982.
Tierra de lugares históricos de Cuba para Eusebio Leal
Y para ser más especial el sitio, una idea sugerida por Eusebio: la tierra es de lugares históricos de Cuba. Hay de Birán donde nació Fidel, de Jimaguayú donde murió Ignacio Agramonte, de San Lorenzo donde cayó Céspedes, de Dos Ríos donde José Martí halló la muerte y de San Pedro, el lugar que viera morir a Antonio Maceo.
“Escoltan la lápida dos pilares que representan la humildad y la perseverancia y en ellos están tallados de forma muy sencilla dos números uno. Juntos representan el 11, fecha de su nacimiento y un número importante en la vida de Leal como el día que fue nombrado historiador y el nacimiento y la muerte de su madre” – comenta Pérez Botello.
Sencillo, pero lleno de símbolos, es este lugar que todo habanero agradecido, debe conocer.