
Periodista y Jefa de Información de Cartelera, trata temas variados…
Arte y desarrollo local en un solo proyecto
Desde términos técnicos como “cinta de Moebius” hasta nombres infantiles como “un ocho acostado”, el símbolo del infinito es interpretado de múltiples maneras. También sirve como fuente de inspiración para novelas de ciencia ficción, diseños de tatuajes o, para el artista visual cubano Wilfredo Prieto, la construcción de una carretera.

Prieto ya tiene experiencia en la reapropiación del ambiente, al convertir los talleres de Astilleros Chullima en su taller y estudio. No obstante, esa vivencia no se compara con el trazado de un vial en medio del campo, con lo que se inicia en la escultura monumental y en exponer su obra fuera del espacio de la galería y el museo.
“Viaje infinito” es una oportunidad de dibujar en el espacio real, de crear un paisaje dentro del paisaje. Tengo a mi disposición un espacio de 42 hectáreas con estructuras artificiales incorporadas, pero camufladas en la naturaleza –explicó el artista en conversación con la prensa.
“Viaje infinito” está inspirado en el Land Art
Como técnica, “Viaje infinito” está inspirado en el Land Art que proliferó en los Estados Unidos durante la década de 1970, pero lo empleo en un sentido más simbólico. Es abordado desde el arte conceptual, para saldar la deuda que tengo con el lugar en que nací. Qué mejor sitio para representar una carretera que vuelve a nacer donde mismo muere que mi localidad, es un volver al punto de partida, al eterno retorno.

Cuando presentamos “Viaje infinito” al gobierno municipal de Taguasco, causó un poco de extrañeza la idea de llevar a ese lugar el arte contemporáneo -señaló. Tampoco pusieron obstáculos, pero realmente había que tener en cuenta cuestiones materiales como la pavimentación. El costo se abarató con el uso de un cemento ecológico ideado por el ingeniero cubano Fernando Martirena y el funcionamiento de las luces se logró con paneles solares.
Proyecto de Desarrollo Local
Wilfredo Prieto explicó a Cartelera que fue todo un reto hacer de este un lugar sostenible. Se convirtió en un Proyecto de Desarrollo Local, que abarca el trabajo de desbroce del marabú y la reforestación, la permacultura y el vínculo con la Fundación Antonio Núñez Jiménez, que aporta sus conocimientos en cuanto a conservación ecológica e innovación agrícola.
“Viaje infinito” fue más allá. Tenemos oficinas, un anfiteatro y un cine proyectados que servirán como sede para la celebración de eventos, cuyos participantes se alojarían en un complejo de cabañas –abundó el artista.

La Fundación está haciendo un levantamiento de todas las especies de flora y fauna del lugar. Además están pensando cómo variar mediante la ciencia el diseño agrícola del municipio, basado en grandes extensiones de tabaco, caña o arroz. El monocultivo está muy arraigado, pero a veces hay que romper con la tradición -afirmó.
A pesar de que “Viaje infinito” está situado en un lugar rural, queda a solo 12 kilómetros de la ciudad de Sancti Spíritus. La aspiración de Prieto y su equipo de trabajo es que este antiguo campo de marabú sea en el futuro para las artes visuales y la permacultura lo que es la villa de Gibara al cine.
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Periodista y Jefa de Información de Cartelera, trata temas variados como turismo, patrimonio y grandes eventos culturales y comerciales que tengan lugar en la capital.