
Periodista y Jefa de Información de Cartelera, trata temas variados…
La expresión “adelantada para su tiempo” se queda corta cuando hablamos de El despertar de la primavera.
El aborto, el abuso sexual, el suicidio y la homosexualidad abordados por adolescentes causó un escándalo tras la publicación de El despertar de la primavera.
Ello implicó una prohibición inmediata de su representación en una Alemania que, a finales del siglo XIX, no había logrado desprenderse completamente del feudalismo.
Su autor, Frank Wedekind, llegó a verla escenificada en teatros alemanes y norteamericanos comenzado el siglo XX, pero de todos modos provocó reacciones muy virulentas.
Desde entonces la obra sufriría una censura no oficializada hasta 2006, cuando Duncan Sheik y Steven Sater la rescataran para Broadway a manera de musical, un género adecuado para retratar el mundo interior de los personajes.
Fue en este montaje que el director Eduardo Eimil se propuso adaptarla al idioma español.
Se trató de una tarea nada sencilla cuando hablamos de traducir canciones, pero a la que él se entregó personalmente.
Eimil explicó a Cartelera que la letra la trabajó a partir de la partitura, acompañado de personas que conocen de orquestación.
En ese sentido, comentó que respetó la intención de los textos, pero también los adecuó a la melodía.

“Son canciones con un espíritu transgresor”.
“En la adaptación del libreto original a Broadway, se mantuvo el contexto inicial de Alemania en 1890, con un vestuario y escenografía acordes, pero los números musicales están en la cuerda de la balada pop y rock.
“Así se crea un contraste entre lo anticuado e hipócrita de la sociedad que a esos muchachos les ha tocado vivir y lo avanzado y moderno de lo que están pensando y sintiendo”.
Quienes darán voces a esas canciones serán intérpretes muy jóvenes, recién egresados de la Escuela Nacional de Arte o de la unidad docente del Teatro Lírico Nacional, para algunos de los cuales esta es su primera incursión profesional.
“He sido maestro de actuación y sé que ofrecerles a actores en formación la oportunidad de desempeñarse en algo que nunca antes han hecho es lindo y a la vez, complejo.
“Creo que su frescura, sensibilidad y la simpatía que generan podrían compensar su inexperiencia. Todos cantan muy bien, y en el aspecto del entrenamiento vocal he contado con la ayuda de la cantante Teresa Yanet como directora musical”.
Esta adaptación de El despertar de la primavera ya había tenido algunas presentaciones iniciales en el Teatro Arenal con una buena reacción del público.
Ahora la compañía Aire Frío decidió trasladarse a la Sala Llauradó, más pequeña pero mejor enlazada con los circuitos de estrenos teatrales de La Habana.

“Hubo que reducir el formato de la banda de músicos de Ópera de la Calle y hacer rotar al elenco original de la obra.
“Pero valió la pena si es para disfrutar de una sala llena y sobre todo, con una audiencia más cercana, en una distancia reducida respecto al escenario”.
Ese elenco incluye en los papeles adultos a integrantes habituales de Aire Frío como:
Roque Moreno, Rosmery Pérez y Maité Galbán, una cara fresca en las mentes de los televidentes por su rol protagónico en la telenovela Vuelve a mirar, cuya dirección de actores también estuvo a cargo de Eduardo Eimil.
Como parte de su diversificación hacia la producción televisiva, este director teatral coescribió con Rudy Mora y Danilo París la serie Primer Grado.
La serie acaba de concluir su filmación y una vez más, aborda la sexualidad de los jóvenes desde aspectos muy problemáticos.
Esperemos que esta también propicie un despertar entre la audiencia y remueva temas siempre vigentes.
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Periodista y Jefa de Información de Cartelera, trata temas variados como turismo, patrimonio y grandes eventos culturales y comerciales que tengan lugar en la capital.