Tres vueltas a la ceiba en el sitio fundacional de la Villa de San Cristóbal de La Habana suenan los pasos de muchos alrededor del árbol.
Suenan también las monedas arrojadas —por tradición— al suelo en esa zona de La Habana.
Suenan hasta los deseos que la gente pide en silencio. El almanaque marca el 16 de otro noviembre, y La Habana se hace escuchar en una banda sonora que ella misma se inventa desde hace cinco siglos.
La ciudad se hace notar a través de sus bullicios, pero también de sus silencios, de sus luces sonoras y sus sombras, de las loas que le han dedicado:
“La Habana es una ciudad hembra”, reza un estribillo, y su delicadeza de mujer guanajatabey así lo confirma.
La noble Habana —justo donde empieza la calle Prado— escucha a los suyos deambulando al son de los autos que rondan el Parque de la Fraternidad, de día y de noche.
Luego baja a Malecón y el rompiente de la ola se combina con algún gorjeo de muchachos jugando en la acera.
Llega hasta La Habana Vieja o El Vedado a ritmo de una tumbadora, presta al guaguancó y a tocar para los orishas.

En esta pequeña ciudad, el sonido deambula de boca en boca, de un pregón a otro, de una en otra melodía.
Y cuando llueve, la ciudad de La Habana agradece la música del tintineo que refresca los tejados.
Entonces, la misma mujer que vela por quienes la habitamos pone guía a cualquier mano para encender la radio.
Un locutor despide con “Hermosa Habana”, de Los Zafiros y anuncia el momento de bailar al compás de una urbe que revive en las melodías de quienes le han cantado.
Canciones que le gustan a La Habana:
Por tus calles, Habana – Sindo Garay
Hermosa Habana- Los Zafiros
Hoy mi Habana – Xiomara Laugart
Se ha despertado mojada – Silvio Rodríguez
Habanero – Athanai
Cuando salí de La Habana – Kelvis Ochoa
Habana – Fito Páez
Por Max Barbosa Miranda