
Licenciada en Periodismo (2020) en la Facultad de Comunicación de…
La Habana huele a mar. De este lado del muro la sal de la bahía sazona los días, los sueños y las pieles; se adhiere en las paredes añejas que procuran resistir.
La Habana y el mar tienen un romance. De cuando en cuando entra y le advierte a la ciudad: “eres mía”, pero es solo la advertencia.
Se retira silencioso para verla otra vez crecer, soñar.
El mar es como la vida: impredecible, incierto; hoy en calma, mañana una ola encendida de furia.
Esta que nos baña es la bahía de la toma de los ingleses en 1762, donde explotó el acorazado Maine en 1898.
La bahía del comercio que la convirtió en capital del archipiélago, la escogida para colocar a un Cristo que bendice desde lo alto.

“…no en vano entre Cuba y España/ tiende inmenso sus olas el mar”, escribió José María Heredia.
El mar nos hizo cubanos, nos dio sentido de pertenencia, nos hizo ser de aquí y no de allá.
Su cercanía nos transforma en una urbe llena de motivos artísticos.
Esa relación de amor y lucha, esa parte de la identidad nacional que toma forma de ola, se ha expresado en la creatividad de los habaneros y de los que han hecho de esta su propia ciudad.
Cojímar y su gente inspiraron a Hemingway para uno de sus libros más conocidos: El viejo y el mar, una historia de conflictos humanos condensados en un viejo pescador.
Jaimanitas, otro poblado costero, es la galería a cielo abierto donde el artista de la plástica José Rodríguez Fuster ha extendido su taller para convertir la comunidad toda en un gran mosaico.
El mar es testigo de amores, desdichas, sueños cumplidos y por nacer en esta ciudad que nunca duerme.
“Cuando cada noche los cubanos se sientan en el Malecón,
a quien Paco Gómez llamó el gran sofá de La Habana,
están en el diálogo perenne con el horizonte.
Siempre tenemos que trascender”
Eusebio Leal Spengler

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Licenciada en Periodismo (2020) en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana. Directora de la revista Cartelera. Acreedora del Premio Apunto y el Manolito Carbonell. Amante de la música y la poesía.