Estreno cinematográfico del Premio Nacional de Cine 2007, Fernando Pérez
Como ese choque de puños que tanto valoramos hoy día las películas —mejor si son vistas en los cines— nos acercan a nuestros semejantes. Por ello, en un país lleno de cultura como Cuba ya hacía falta un gran estreno cinematográfico. Y en esta ocasión el filme escogido a partir de este viernes 5 de noviembre, para las salas oscuras de grandes pantallas, será Cuentos de un día más, una obra que contó con la dirección/curaduría/coordinación general del Premio Nacional de Cine 2007, Fernando Pérez, y que muestra seis cortos que son narrados por siete directores y sus respectivos equipos de trabajo.
Dicho largometraje de ficción constituye, además, la primera co-producción entre el Instituto Nacional del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) y los colectivos de creación audiovisual independientes i4films, Wajiros Films y DB Studio, en asociación con Cocuyo Media Lab.
Cuentos de un día más, una película conmovedora
El mismo resulta una conmovedora película, con un ritmo dramático creciente e integrada por seis historias inspiradas en las experiencias y enseñanzas (tanto positivas como negativas) que deja la pandemia. Estos se titulan La trenza, de Rosa María Rodríguez; La muchacha de los pájaros, de Alán González; Mercuria, de Carolina Fernández Vega; Los días, de Katherine T. Gavilán y Sheyla Pool; Él y ella, de Yoel Infante y Gallo, de Eduardo Eimil.
Tales pasajes se revelan durante el metraje, uno tras otro, mostrando elementos que los hilvanan y les aportan coherencia y unidad. Porque como se dice antes de los créditos finales de Cuentos de un día más: “Uno a uno, somos mortales. Juntos, somos eternos”.
Además, nos invitan a reflexionar acerca del dinero y lo material, el vacío y la soledad y el movimiento y la estaticidad, entre otras cuestiones. Todo en medio de locaciones pintorescas y nostálgicas de esta Habana, con un planteamiento fotográfico diferente y a través de actuaciones variadas y convincentes.
En fin, que Cuentos de un día más brinda esperanza desde la desesperanza (por muy contradictoria que parezca esta idea), y mediante el diseño de atmósferas que emocionan y entretienen al espectador sin importar su procedencia.