Un museo para transitar por varios siglos de la historia universal de la danza.
El Museo Nacional de la Danza traslada su valioso tesoro. Ubicado desde su fundación en la calle Línea esquina a G en la capital, tuvo en la típica mansión de la barriada del Vedado el espacio para la exhibición de importantes fondos.

Pero, ¿dónde encontrar ahora el patrimonio que salvaguarda? El Museo Nacional de la Danza estará aún más cerca del circuito preferido por los amantes de la danza. Y es que su sede se traslada para el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso espacio que, desde su nombre, rinde culto a una figura icónica del ballet en Cuba.
Dicho museo, único de su tipo en La Mayor de las Antillas y uno de los pocos en el mundo, resguarda objetos y documentos vinculados a la manifestación artística desde el siglo XVII hasta la actualidad. Su creación en 1988 se debió a una iniciativa de la prima ballerina assoluta cubana.

El sueño de la artista lo hizo realidad el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural como regalo por las 5 décadas del Ballet Nacional de Cuba. Gran parte del fondo del Museo de la Danza se debe a la generosidad de la afamada bailarina que donó efectos personales para el disfrute de los visitantes.
Salas del Museo
Las piezas y documentos del museo están divididas por salas. Es posible el viaje en el tiempo a través de la Sala del siglo XIX, la Sala de la era romántica y ballets rusos; la Sala Alicia Alonso; la Sala Moderna, la Sala Pro Arte Musical y la Sala Baile Folclórico.
El vínculo de las manifestaciones danzarias con otras artes se encuentra también a través de la Sala de Danza en las artes plásticas y otras dos salas de diseño teatral y diseñadores famosos. En el museo es posible encontrar una amplia colección de fotografías, grabados, manuscritos, varias ediciones bibliográficas, esculturas, pinturas, entro otros objetos.