Huellas de la COVID en audiovisual infantil
Desde la seguridad del hogar pero indetenible, se mantiene el proyecto de creación audiovisual El Kikirito. Conformado por niños y jóvenes con inclinaciones por la imagen y el sonido, se asienta en el municipio Güira de Melena de la provincia Artemisa y prepara sus próximas Huellas.
Se trata de una serie conformada por cuatro capítulos en la que los bisoños creadores reflejan las marcas que la pandemia ha dejado en sus vidas. Son estas Huellas doblemente importantes al colocar a los miembros del equipo también frente a las cámaras.
En la primera entrega de Huellas, Diego, de sólo seis años cuenta su experiencia como alumno de primer grado. Las teleclases y el apoyo de su familia marcan el inicio de la vida escolar de este pequeño. A su vez, Marianny, relata cómo celebró sus quince años desde el hogar y se postergó su anhelada entrada al preuniversitario por la situación sanitaria.
En el caso de Milton, las Huellas estuvieron dadas por la cercanía a la enfermedad. El ser contacto de un caso confirmado, aunque no enfermar, lo llevaron hasta un Centro de Aislamiento. El cuarto capítulo presenta a la joven Anday y a su hermanito Abrian quienes sí sufrieron el contagio y la posterior enfermedad.
Se convierten así estas Huellas en excelente material para sensibilizar a padres y sociedad en general. Las pruebas a las que esta enfermedad los ha sometido al alterar sus rutinas de estudio y socialización, marcadas por el estrés y los riesgos, apuntan a la necesidad de apoyarlos y cuidarlos cada vez más.
Los guiones revisados de conjunto, las sugerencias de edición y la filmación desde los hogares signan estas Huellas tan atípicas. En El Kikirito se ensayan nuevas formas de hacer desde la seguridad y los deseos de siempre crear y aprender. La enhorabuena para ellos.